Gran Canaria, un sucedáneo de África al alcance de la mano

La situación de España invita a visitar África, aunque sólo sea en ferry hasta Marruecos. La proximidad de este continente también se siente estando en territorio español y, sin embargo, a la altura de… el Sáhara Occidental. Tal es el encanto de las Islas Canarias, entre las que destaca Gran Canaria.

¿De dónde viene el nombre de Gran Canaria?

Según los investigadores, las Islas Canarias fueron visitadas en la antigüedad por griegos y romanos. Los europeos no las redescubrieron hasta el siglo XIV. En aquella época, el archipiélago estaba habitado por los guanches, un pueblo emparentado con los bereberes. En ese siglo y el siguiente, las islas se convirtieron en destino de navegantes de muchos países europeos. A finales del siglo XV, fueron finalmente conquistadas por los españoles.

Las Islas Canarias ya se mencionaban en crónicas escritas casi un siglo antes. En contra de lo que suponen muchos turistas que van allí por primera vez, no procede en absoluto de canarios. El nombre latino del archipiélago es Canariae Insulae, o «Islas de los Perros» (del latín canis – perro). Los investigadores creen que las Canarias estuvieron antaño habitadas por manadas de perros salvajes y feroces, de ahí el término.

Sin embargo, existe una conexión entre el nombre del archipiélago y los canarios, salvo que la relación es… inversa. Los pajarillos amarillos se llaman así por su presencia masiva en las islas.

Las Palmas y El Bufadero

Gran Canaria es la tercera isla en superficie -tras Tenerife y Fuerteventura- y la segunda más poblada -tras Tenerife- del archipiélago. Su capital, Las Palmas, es la mayor ciudad de Canarias y la novena de España. Tiene una población de unos 380.000 habitantes, mientras que toda la aglomeración supera los 600.000.

No es una ciudad de una belleza fenomenal, capaz de competir con las perlas andaluzas, como Sevilla, Córdoba, Granada o incluso Málaga. Sin embargo, la gran baza de Las Palmas es su ubicación: la metrópoli está flanqueada en tres de sus lados por el Atlántico, y a sus espaldas se extienden las montañas. El corazón turístico de la capital es la península que ocupa el océano, con el barrio de Las Canteras y la playa del mismo nombre, considerada con razón una de las zonas urbanas de baño más bonitas de España.

El casco antiguo de Las Palmas también merece una visita, sobre todo la catedral. Un punto obligatorio de la visita al templo es subir a la torre, que domina la ciudad y el océano. La entrada a la catedral está custodiada por estatuas de perros -al fin y al cabo, son el símbolo de la isla-. También merece la pena pasear por las callejuelas de los barrios de Vegueta y Triana.

A pocos kilómetros al sur del centro de la capital se encuentra una de las principales atracciones turísticas de la isla, El Bufadero de La Garita. Se trata de piscinas formadas a partir de rocas costeras en las que se vierte el agua del océano. El fenómeno resulta asombroso, pero hay que tener suerte para presenciarlo: sólo se produce con la marea alta. Un premio de consolación para los que van en otras épocas son los cangrejos rojos brillantes y los grandes lagartos, escondidos entre las rocas.

Isla montañosa

A una distancia similar de Las Palmas, hay algo para los amantes de los paisajes de montaña y el senderismo. Se trata de la Caldera de Bandama, un cráter volcánico de unos mil metros de diámetro y más de 200 metros de profundidad. Se puede caminar alrededor del cráter, o se puede bajar, y la vista más impresionante es desde la cima del Pico de Bandama. Si no es aficionado a la escalada, es posible llegar prácticamente hasta la cima en coche. La zona del cráter es famosa por sus vinotecas que ofrecen degustaciones de productos locales, no sólo vinos, sino también aceitunas o queso.

El destino número uno para los excursionistas de montaña que vienen a Gran Canaria es el Pico de Las Nieves, de casi dos mil metros. Se tarda unas cinco horas en subir a la cima. Merece la pena, ya que las vistas son realmente impresionantes. En los días soleados se pueden admirar las montañas de la vecina Tenerife. Sin embargo, no hay autobuses desde Lal Palmas hasta los lugares donde se puede iniciar la ascensión. La mejor forma de llegar a los alrededores del Pico de Las Nieves es, por tanto, alquilar un coche, con el que también se puede recorrer buena parte del camino hasta la cumbre. El nombre de la montaña se traduce como «pico de nieve». De hecho, a veces nieva, aunque no es frecuente.

El Pico de Las Nieves se encuentra junto al segundo pico más alto de la isla, el Roque Nublo, unos cien metros más bajo. Esta montaña está coronada por una roca monolítica vertical de casi 80 metros de altura. El pico ha tenido un estatus místico entre los lugareños desde la antigüedad, y hasta el día de hoy muchos canarios creen que tocar la roca garantiza buena suerte.

En medio del paisaje montañoso de Gran Canaria se extienden algunos pueblos dignos de mención. La ominosa Teror encanta con sus calles llenas de casas coloniales y la pequeña pero hermosa basílica de Nuestra Señora del Pino. La mayor atracción de Firgas es su calle escalonada, decorada con azulejos pintados a mano y una fuente-cascada.

El monumento más importante de Arucas es la catedral neogótica del siglo XX que se alza sobre la ciudad, de impresionantes dimensiones y distinguida por su fachada gris oscura. Otras localidades de la isla dignas de ver son Agaete, Tejeda, San Agustín o San Mogán, conocida como la Venecia canaria.

«Arenas Doradas» en las Islas Canarias

Sin embargo, la atracción turística más popular de Gran Canaria no son las montañas ni las ciudades, sino las dunas de Maspalomas, en el extremo sur de la isla. Su aspecto es verdaderamente sahariano, de ahí la opinión común pero errónea de que se formaron por el polvo traído de África. En realidad, se formaron a partir de arena calcárea, coral y conchas depositadas por el mar. Algunas de las dunas tienen veinte metros de altura, por algunas de las cuales se puede caminar libremente, mientras que otras sólo se pueden recorrer por senderos señalizados. Las Dunas de Maspalomas tienen el estatus de reserva, al albergar especies de aves protegidas, con el océano como límite sur.

Las dunas se extienden desde el faro de Maspalomas hasta la famosa Playa del Inglés, una de las mayores y más famosas de la isla. Tiene unos tres kilómetros de largo y 100 metros de ancho. Destaca, además, no sólo por su tamaño, sino también por su arena excepcionalmente agradable y táctil. Recuerda en cierto modo a las playas caribeñas o sudamericanas. En cambio, Maspalomas se parece un poco a los complejos turísticos búlgaros de Sunny Beach o Golden Sands. Está llena de grandes hoteles y restaurantes con un menú típicamente turístico.

Otras playas de la isla que merecen la pena son: San Agustín, Puerto Rico, Amadores, Anfi del Mar y Guigu. Están situadas en distintos puntos de la isla, por lo que cualquiera de ellas debería estar cerca de donde se aloja. En la costa este de Gran Canaria, en cambio, hay varios miradores pintorescos desde los que se puede ver Tenerife en un día despejado. El más famoso es el Mirador del Balcón.

Los plátanos más sabrosos del mundo

Si busca atracciones no evidentes en la isla, le recomendamos el Museo del Plátano. En realidad, se trata de un paseo guiado por una plantación de plátanos cerca de Arucas. Durante el recorrido, aprenderá las diferencias entre los plátanos canarios y los de Ecuador o Costa Rica, y verá de cerca las distintas variedades de plátano, como el plátano frambuesa y el raro plátano azul. El paseo termina con una degustación de productos derivados del plátano: vino, licor y mermeladas.

Los plátanos de las Islas Canarias se consideran los más deliciosos. Los lugareños advierten que quien los pruebe aunque sólo sea una vez, no volverá a probarlos jamás. Probablemente sea una exageración, pero se nota la diferencia. Sobre todo si compra una de las variedades canarias especialmente dulces en el mercado. Atención: asegúrese de mirar el precio antes de comprar. Estos plátanos pueden costar hasta 5 euros la minúscula pieza. También merece la pena probar otras frutas que crecen en la isla: mangos, melones, papayas, aguacates e higos.

Mojo y gofio, o especialidades canarias

Cuando se trata de manjares más contundentes, Gran Canaria es famosa por sus mojos, o salsas tradicionales locales. El mojo verde se elabora con cilantro, pimiento verde, ajo, vinagre y aceite. El mojo rojo lleva pimientos rojos. En los restaurantes se puede encontrar a veces una versión con mayonesa añadida. Los mojos suelen servirse con patatas cocidas, llamadas papas arrugadas. Las patatas también son la base de otro plato canario, la ropa vieja, un guiso hecho con… lo que se encuentre en la nevera. Suele incluir tomates, cebollas, garbanzos y chorizo u otra carne. También le animamos a probar productos dulces y salados elaborados con gofio, que es una harina de color marrón amarillento hecha con cereales tostados o maíz. Sin duda, son más comunes en las guías turísticas que en los restaurantes locales.

Un estudio realizado por investigadores estadounidenses de la Universidad de Siracusa demuestra que Las Palmas es la ciudad con el mejor clima del mundo. Esto, además, se aplica a toda la isla. La temperatura media anual es de 24 grados durante el día y 18 grados por la noche. En verano, la temperatura rara vez alcanza los 30 grados, mientras que en invierno suele oscilar en torno a los 20 grados. Gran Canaria es, por tanto, un destino turístico muy atractivo durante todo el año, incluso para tomar el sol.

Gran Canaria, donde el vuelo desde Málaga dura dos horas, no es la única oportunidad de sentir el clima africano. Vea también: