No sólo para estudiantes, o ¿cómo alquilar un piso en España?


Utilizando el ejemplo de Málaga, presentamos las cuestiones clave y universales en las que hay que fijarse si se quiere alquilar un piso y se dispone de un presupuesto ajustado. El precio, la ubicación, el nivel o las instalaciones son los aspectos básicos. Pero, ¿a qué otros detalles importantes debe prestar atención cuando busque un piso de alquiler en España?

Ubicación: ¿cómo elegir para no arrepentirse?

Por supuesto, no nos referimos sólo a la ubicación, entendida como la distancia entre el piso y el centro de la ciudad. Se trata también, o quizá sobre todo, de la seguridad y la comodidad de vivir. En Polonia, ya casi no hay barrios «malos», sólo hay que evitar determinados edificios o calles.

Por si sirve de algo, todas las grandes ciudades españolas tienen al menos un barrio realmente aislado de los demás. Es difícil encontrar allí una tienda de comestibles o un restaurante importante. A veces, un barrio así está situado bastante cerca del centro, por lo que a primera vista puede parecer atractivo. Antes de alquilar un piso, conviene leer algo sobre la zona y los servicios o atracciones disponibles.

El sol no siempre brilla

España se asocia principalmente con el sol y el calor, pero en invierno puede hacer más frío. En Madrid, la temperatura es a menudo bajo cero por la noche y en el norte del país puede ser ligeramente más cálido. En la Costa del Sol no hay peligro de heladas, aunque por la noche los termómetros pueden marcar temperaturas inferiores a diez grados.

Tales temperaturas no impresionan mucho a los polacos, pero recordemos que en nuestro país los radiadores son un elemento fijo en el hogar. En España, sobre todo en el sur, esto es poco frecuente. Incluso a las personas extremadamente calurosas les aconsejamos que se fijen en si hay aire acondicionado en el piso, que servirá de calefacción en invierno. Los pisos más nuevos ya tienen calefacción por suelo radiante.

Con vistas al dormitorio

En Polonia, a menudo nos echamos las manos a la cabeza por la falta de fotos que muestren la vista fuera de la ventana en un anuncio. Poca gente presta atención a esto, ya que se verá o la calle o la urbanización. Esperemos que los vecinos no estén demasiado cerca… y en España es a eso a lo que hay que prestar especial atención.

En los centros de las grandes ciudades, como Málaga, las ventanas de los pisos que dan al patio interior suelen estar tan poco separadas que, literalmente, puedes dar la mano a los vecinos de tu izquierda o derecha. Los de enfrente, en cambio, tienen una vista ideal de, por ejemplo… nuestro dormitorio. Entonces merece la pena buscar un piso con vistas a la calle, sobre todo si ésta no es demasiado ruidosa.

Aparca y vete

Si viene a España en coche, asegúrese de conseguir una plaza de aparcamiento, preferiblemente en un garaje. En las grandes ciudades españolas, y no sólo en sus centros, aparcar en la calle a menudo roza el milagro. Buscar una plaza cada vez que vuelva a casa le llevaría mucho tiempo y a menudo acabaría en un paseo de al menos unos minutos.

Es cierto que pocas ofertas de alquiler incluyen una plaza de aparcamiento, pero en España abundan los garajes. Sin duda, podrá encontrar una plaza para su coche cerca de su piso. También hay que tener en cuenta que entrar en un garaje español puede ser un reto incluso para los conductores más experimentados.

La colada, un reto

Es un equipamiento básico en los pisos polacos. En España, es mucho más frecuente encontrarse con una oferta para alquilar una vivienda que no disponga de lavadora, aunque la mayoría, sin duda más de la mitad de los pisos, están equipados con ella. Como polacos, estamos acostumbrados a que las lavadoras estén en el cuarto de baño. En España, si ya están en el piso, suelen colocarse en la cocina o… en el balcón.

¿Dónde lavar la ropa? La solución son las lavanderías autoservicio, de las que no hay escasez en España. Sin embargo, son muy populares, por lo que a veces hay que esperar un poco para que llegue el turno. Además, llevar la ropa sucia a la lavandería y presentarse a una hora determinada para recogerla puede ser un engorro.