España sobre cuatro ruedas. Guía para conductores

Es bastante tranquilo conducir por España, pero cuidado con los scooters en las ciudades. Es difícil aparcar y el sistema de repostaje es algo diferente. El uso de las autopistas, en cambio, es similar al de Polonia. ¿Qué más le sorprenderá en las carreteras españolas?

Autopista a Sunshine Coast

Las autopistas españolas no son las más baratas. Incluso en la vecina Francia, generalmente más cara, pagará menos. En España no hace falta comprar una viñeta, se paga en los peajes de las autopistas. Otra cosa es que gran parte del recorrido de la Costa del Sol puede hacerse por carreteras libres.

Dos autopistas in situ son de peaje: AP-46: Alto de las Pedrizas – Málaga y AP-7 entre Málaga y Guadiaro (Sotogrande). Curiosamente, la red de autopistas española incluye Autovías, o autopistas estatales, y Autopistas, o autopistas privadas. Las primeras están marcadas con una «A» y son gratuitas. Las segundas, marcadas con una «AP», son de peaje.

Repostaje sorprendente

Ahora que ha entrado en España, es hora de repostar. Las estaciones de servicio españolas pueden sorprenderte un poco. En los países que atraviesas en tu camino desde Polonia, como Alemania y Francia, las estaciones de la autopista suelen tener un sistema de prepago. En España, no encontrará ninguna máquina de pago en el surtidor. Cuando levantas la «pistola», el combustible no fluye en absoluto. Antes de repostar, hay que ir al cajero y pedir que desbloquee el distribuidor específico. Sólo se paga cuando el depósito está lleno.

También hay gasolineras en las que todo funciona como en Polonia, es decir, basta con llegar, repostar y pagar. Sin embargo, puede estar seguro de que cuando conduzca por España se encontrará principalmente con el sistema descrito anteriormente. En cambio, el combustible en España es barato para los estándares de Europa Occidental. Por un litro de gasolina de noventa y cinco pagará alrededor de 1,50-1,60 euros, que es sólo un poco más que en Polonia.

Aparcamiento avanzado

Si viene a España en coche, es probable que busque una plaza de aparcamiento en un garaje. A veces pueden ser un reto incluso para los conductores más experimentados, sobre todo en el centro de las grandes ciudades. Las puertas son estrechas, los accesos empinados y hay poco espacio para aparcar.

Las normas de aparcamiento en las calles varían de una ciudad a otra y de una región a otra. Sin embargo, suele aplicarse la siguiente norma: hay que pagar en las zonas azules y se puede aparcar gratis en las zonas blancas. En cambio, sólo los vehículos autorizados pueden aparcar en las zonas marcadas con un zigzag amarillo pintado en la calzada. El pago del estacionamiento en la vía pública se realiza en un parquímetro o a través de una de las varias aplicaciones descargables.

¿El sur salvaje? Sin exagerar

Entre los conductores polacos circula la opinión de que España es la carretera salvaje del sur. Efectivamente, el tráfico en las grandes ciudades es algo más caótico que en nuestro país, debido sobre todo a lo estrecho de las calles y al gran número de cruces.

Sin embargo, los españoles conducen con sorprendente cuidado (lo que desmiente otro mito vial, el de los piratas del tráfico del sur), y probablemente obedecen los semáforos más que italianos o franceses. En comparación con estas naciones, y especialmente con los italianos, rara vez utilizan el claxon. Sólo esos scooters… Hay que mantener los ojos alrededor de la cabeza y comprobar constantemente los retrovisores.

Si quiere alquilar un coche en España, debe tener más de 21 años y un permiso de conducir válido. Para los menores de 25 años, la tarifa de alquiler suele ser más alta, debido al mayor coste del seguro.

España tiene límites de velocidad estándar en toda la Unión Europea: 120 km/h en autovías y autopistas, 100 km/h en carreteras de doble sentido, 90 km/h en otras carreteras y 50 km/h en zonas urbanizadas. Los radares están señalizados, pero la policía utiliza cada vez más radares móviles, que no están señalizados. Es aconsejable pagar las multas inmediatamente. Si pagas la multa en los 20 días siguientes a recibirla, el importe se reducirá hasta un 50%.