Aunque está cerca de Córdoba, impresiona por sus olivares, paisajes montañosos y riqueza arquitectónica multicultural, y ofrece amplios alojamientos, los turistas no suelen visitarla. La provincia de Jaén es la perla por descubrir de Andalucía. En su corazón se encuentra la polifacética Catedral de la Asunción de la Virgen María.
Jaén es el mayor productor de aceite de oliva del mundo y, al mismo tiempo, un lugar donde se puede admirar un maravilloso patrimonio de culturas diversas entremezcladas. En la capital jiennense es imposible no fijarse en el Castillo de Santa Catalina, situado en lo alto de una colina, en los impresionantes baños árabes del siglo XI y en la enorme catedral, decorada con esmero. De todo ello le hablaremos hoy.
El majestuoso corazón de Jaén
En la Plaza de Santa María se alza la joya de la arquitectura andaluza del siglo XVI, la Catedral de la Asunción. Se construyó en el lugar que ocupaba una mezquita demolida durante la Reconquista, y sus cimientos se pusieron poco después de la expulsión de los moriscos. El diseño original del edificio, de rasgos claramente góticos, corrió a cargo del prestigioso arquitecto español Andrés de Vandelvir, pero como la construcción de la catedral duró siglo y medio, con el tiempo adquirió rasgos renacentistas y, en menor medida, barrocos.
La catedral llama la atención por su inmensidad. Fue concebida como un lugar espacioso para acoger a miles de fieles venidos de toda Europa. ¿A qué se debe este interés por la catedral? Pues porque aquí se conserva una reliquia de gran importancia para el mundo católico: el Santo Rostro, el pañuelo con el que Santa Verónica enjugó el rostro de Cristo camino del Gólgota.
Los rasgos distintivos de este edificio sagrado son las dos majestuosas torres, los portales elaboradamente decorados y la fachada, que recuerda las decoraciones conocidas de la basílica vaticana, con sus esculturas barrocas de los Evangelistas, los Padres de la Iglesia y el conquistador de la ciudad, Fernando III (su mirada se dirige, no por casualidad, hacia la antigua fortaleza árabe, el Castillo de Santa Catalina). El autor de estas figuras esculpidas que adornan la fachada fue el artista sevillano del siglo XVII Pedro Roldán.
El arte de los maestros andaluces
Los interiores de la Catedral de Jaén impresionan por su arte imperecedero. Es imposible no fijarse en las capillas barrocas y neoclásicas, en el impresionante cimborrio barroco-manierista, en el monumental coro (uno de los más grandes de España), en la hermosa sala capitular o en la magnífica sillería del siglo XVI del presbiterio. Tampoco hay que olvidar el elemento que más ha contribuido a situar este lugar entre los puntos más importantes del mapa cristiano del mundo, la Capilla Mayor, que alberga la mantilla de Santa Verónica con el reflejo del rostro de Cristo.
Cuando pase sus vacaciones en Andalucía, merece la pena acordarse de Jaén y visitar esta pintoresca ciudad aunque sólo sea para conocer este monumental edificio, tan rotundamente ligado a la fascinante historia de la región. Sobre todo porque, en 2007, la catedral fue una de las finalistas del concurso para elegir los 12 tesoros de España.