Hoy quiero recomendarles un viaje a la Axarquía, que es uno de los nueve municipios de la provincia de Málaga. Geográficamente, la comarca está situada en la parte más oriental de la provincia de Málaga.
La Axarquía se extiende por la costa y el interior. Sus municipios costeros conforman el litoral oriental de la Costa del Sol.
La capital histórica y ciudad más importante es Vélez-Málaga. «Jarquía» (xarquía en castellano antiguo) significa «comarca o territorio al este de una gran ciudad y dependiente de ella» y procede del árabe šarqíyya, que significa «región oriental». Coincide con la comarca de la Axarquía, situada en la parte oriental de la provincia de Málaga.
Aquí se encuentra uno de los pueblos blancos más bellos, Frigiliana. Este pueblo tiene unos 3.000 habitantes. Impresiona por su ubicación en la ladera de la montaña y su arquitectura única de la época árabe. Frigiliana es el pueblo blanco mejor conservado de toda la provincia de Málaga.
Al llegar a la ciudad, puede aparcar en la carretera principal. Si no hay sitio, encontrará un aparcamiento subterráneo a la izquierda en la plaza Tes Culturas.
Comenzaremos nuestro recorrido por la Plaza de Tres Culturas. Su nombre hace referencia a la coexistencia pacífica de los seguidores de tres religiones: cristianos, musulmanes y judíos. El sur de la Península Ibérica estuvo bajo la influencia musulmana desde el año 711. Su dominio finalizó en 1492, tras la caída de los árabes. Su dominio terminó en 1492, tras la caída del reino musulmán de Granada. Durante los primeros siglos, la coexistencia de las tres culturas se desarrolló pacíficamente, lo que dio lugar a la aparición de un arte, una arquitectura y una cultura únicos, que en Europa sólo pueden encontrarse en el sur de España.
En la colina que hay frente a ti, verás un gran edificio que destaca por su tamaño. Se trata del ingenio azucarero, que se encuentra en el palacio de los Condes de Frigiliana, construido por la familia Manrique de Lara a finales del siglo XVI. Desde 1720, fue ampliado y adaptado a la producción de miel de caña (melaza).
La decoración de la fachada principal es muy interesante, con pinturas y esgrafiados con motivos geométricos que recorren toda la fachada(el esgrafiado es una técnica de decoración mural; consistía en aplicar sucesivas capas coloreadas de yeso o arcilla coloreada y raspar partes de las capas superficiales cuando aún no se habían endurecido. Al dejar al descubierto las capas aplicadas previamente, se crea un dibujo bicolor o multicolor; especialmente popular durante el Renacimiento). Esta decoración mural se organiza en bandas en las que destacan rombos, rectángulos en colores tierra y azules. La decoración de la fachada de la mansión del noble es una de las características más importantes de este lugar, símbolo de Frigiliana. Destacan las dos hornacinas que albergaban las estatuas de la Virgen del Carmen y San Raimundo y el reloj de sol.
Hoy, esta vasta finca se dedica a la producción del único jarabe de caña que se produce en Europa. Hasta mediados del siglo XX, había cañaverales en toda la Costa del Sol y más de 30 fábricas de azúcar. Hoy sólo quedan unos pocos cañaverales en la comarca de la Axarquía y la única fábrica en Frigiliana.
En la esquina, caminando hacia el centro del pueblo, verá una pequeña tienda-bar llamada El Lagar, donde se venden productos alimenticios locales. Aquí se puede comprar vino dulce local escanciado directamente del barril.
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Desde aquí, nos dirigimos por la calle Real hacia la iglesia, que se levanta en el emplazamiento de una antigua mezquita.
La Iglesia de San Antonio es otro símbolo de la conquista de la ciudad, antigua Al-Andalus, por los cristianos, que además tiene un valor histórico artístico ya que permite reconocer los rasgos de la forma expresiva de la sociedad española de los siglos XVI y XVII. La composición de su fachada es un rasgo común que remite a las iglesias de Colmenar, Cómpeta, Salares, Torrox y Vélez Málaga. De este modo, la fachada de la Iglesia de San Antonio es una seña de identidad de Frigiliana como parte integrante del paisaje cultural de la comarca de la Axarquía.
La fachada de la Iglesia de San Antonio está construida por un monumental bloque rectangular con cubierta a dos aguas al que se adosa el cuerpo del campanario. La escala monumental de la fachada queda enfatizada por algunos elementos arquitectónicos clave: las pilastras de estilo dórico sobre las que se asienta la viga, que rodea el escudo del obispo de Málaga, Fray Alonso de Santo Tomás. Por encima de la viga se abre una ventana esbozada de tamaño mediano.
La fachada está rematada por un campanario de dos cuerpos, que termina en una torrecilla convertida en lugar para el reloj del templo. El campanario -su fachada y configuración- apunta a la tradición de los arquitectos cristianos del siglo XVI de adaptar antiguos minaretes en campanarios.
La decoración interior de la iglesia tiene una fuerte influencia del barroco andaluz. Sin duda, lo más interesante es el armario del altar del lado izquierdo, que conserva máscaras que representan a las figuras bíblicas que acompañan a Jesús en la Última Cena. Estas máscaras se utilizaban durante las procesiones del Jueves Santo.
Entre los arcos que separan la nave de las laterales, los dos primeros que encontramos al entrar en la iglesia presentan una interesante decoración pintada, descubierta en 1998. La decoración del primero de estos arcos se basa en un motivo escatológico típicamente barroco: un total de 10 calaveras con tibias cruzadas, algunas de las cuales están cubiertas con coronas y tiaras papales, que nos recuerdan que la muerte llega a todos, independientemente del estatus social. Parece probable que gran parte de la iglesia estuviera pintada originalmente.
Detrás de la Plaza de la Iglesia, a la izquierda, se encuentra el restaurante La Bodeguilla. Recomiendo este restaurante familiar, local y a buen precio, con delicias de Frigiliana. La especialidad son los platos de carne. La terraza tiene una hermosa vista del pueblo y las montañas. Un fresco sabor local.
www.labodeguillafrigiliana.com/bodeguilla_abajo_main.htm
Toda la estructura de la ciudad es una especie de laberinto de calles estrechas y sinuosas. Es una estructura típicamente morisca. Por un lado, se trata de una importante función defensiva: el enemigo cuando era atacado no sabía cómo moverse, y por otro, las calles estrechas proporcionan más sombra durante el caluroso verano. Además, todas las casas están encaladas con cal, también herencia de la época de Al-Andalus. El color blanco no absorbe tanta energía solar durante el caluroso verano, protege de la humedad durante el invierno, y la cal es una forma natural de ahuyentar a los insectos. En muchos pueblos blancos existe una ley que obliga a pintar las casas de este color. Esto hace que los pueblos blancos andaluces sean visibles desde lejos como zonas blancas uniformes.
Merece la pena perderse en este laberinto y respirar la atmósfera de épocas y culturas antiguas.
Al salir de la iglesia, gire a la derecha. Verás una inscripción en la pared: Bario Morisco. Tras la reconquista, a principios del siglo XVI, todos los musulmanes que vivían en las nuevas zonas de Castilla fueron bautizados a la fuerza. Se les llamó moriscos. Aquí comienza el antiguo barrio habitado por los moriscos. Continuaremos por un túnel bajo una de las casas. Veremos una pequeña y encantadora plaza.
En la plaza, sigamos recto, unos pasos más abajo, donde veremos el cartel: Callejón del Inquisidor … y en un momento veremos una encantadora fuentecilla conmemorativa de las Tres Culturas. Bajando unos escalones más, veremos otra hermosa callejuela de Frigiliana.
Los símbolos de las tres culturas son visibles en muchos lugares de Frigiliana. Esta silla sólo pide sentarse y disfrutar de un entorno único.
A continuación, sugiero volver a la última plaza y subir las escaleras hasta la parte superior de la ciudad. En la parte superior, gire a la derecha. En un momento pasará por otra encantadora calle que baja. A la izquierda hay un café-bar llamado La Tahona. Tiene una terraza muy agradable con vistas. Un lugar estupendo para tomar un café o un vino y descansar un poco.
es-es.facebook.com/LaTahonaDelZacatin
Si te apetece una cena con preciosas vistas panorámicas del campo y el mar, te recomiendo el restaurante el Jardín. Aquí encontrarás estupenda comida mediterránea y unas vistas encantadoras.
thegardenfrigiliana.com/el-restaurante
De regreso hacia el coche, merece la pena pasar por el pequeño jardín botánico de Santa Fiora, inaugurado en 2010. Se trata de un jardín insólito, ya que representa ejemplares de plantas que han sido útiles en la vida cotidiana de los habitantes de Frigiliana durante los últimos siglos, como acebo, caña de azúcar, palmitos, olivos y naranjos y plantas medicinales autóctonas como tomillo, romero, orégano.
Para los sedientos de buena cocina polaca, recomiendo el único restaurante polaco de la zona: Sal y Pimienta. Se encuentra en un pequeño centro comercial de la Plaza de las Tres Culturas. Merece la pena reservar con antelación (cierra los miércoles).
Restaurante Sal y Pimienta, Plaza de las Tres Culturas 1, Frigiliana
Teléfono: +34 666 61 82 06
Merece la pena visitar Frigiliane durante el festival anual de las tres culturas a finales de agosto (cancelado en 2020).
www.festivalfrigiliana3culturas.com
Una visita a Frigiliana puede combinarse con una visita a la encantadora ciudad costera de Nerja, con su impresionante mirador: el balcón de Europa. También recomiendo la increíble cueva de Nerja. En temporada alta, puede disfrutar de las hermosas playas de los alrededores, como La Burriana o el Maro.
