Una tarde española con café y… cava

Italia no es el único país famoso por su buen café. Los españoles también tienen su historial. Y si, durante su estancia en la península ibérica, no le apetece una taza de infusión caliente de granos de café, siempre puede sustituirla por el cava local.

¿Cómo se pide un café en Málaga?

¿Cómo no perderse en el laberinto de cartas de los cafés españoles? Conviene saber que el sistema de servir el café fue inventado hace 60 años por José Prado, propietario de la cafetería más antigua de Málaga, el Café Central. En esta cafetería, las distintas formas de servir el café y sus nombres aún están representados en azulejos pintados. ¿En qué se diferencian? En la proporción entre el café y la leche.

  1. Solo – café solo
  2. Largo – 10% leche
  3. Semi largo – 30% leche
  4. Solo corto – como un espresso: 60% del vaso lleno de café, sin leche
  5. Mitad – medio vaso de leche, medio café
  6. Entre corto – 60% leche
  7. Corto – 70% leche
  8. Sombra – 80% leche
  9. Nube – 90% leche

Para disfrutar de un delicioso café con churros, diríjase a Málaga, al Café Central de la Plaza de la Constitución. Este mítico local es bien conocido por todos los andaluces, donde podrás encontrarte con actores y famosos de toda Europa, entre otros, que poseen una casa en España o buscan piso para comprar.

La leche no es el único añadido con el que «condimentar» un café. Los aficionados a la versión servida con una pequeña cantidad de alcohol, como brandy, deberían pedir en la Costa del Sol un carajillo , una bebida que sólo se sirve en España y algunos países latinoamericanos.

A pesar del clima soleado de la Costa del Sol, los andaluces no sirven café helado, por lo que no suelen saber cómo prepararlo. Se sorprenderá si, después de pedirlo, ¡le sirven el café en un vaso o taza y los cubitos de hielo en un plato aparte!

A los españoles les encanta el café y el cava….

¿Cuál es la diferencia entre cava y champán? ¿Qué es mejor, el champán o el cava? La respuesta a la segunda pregunta es una cuestión subjetiva, así que cada cual debe averiguarlo por sí mismo. En cambio, podemos señalar conscientemente las diferencias y los elementos comunes.

Ambos licores se elaboran según un método tradicional inventado por los franceses. Consiste en una doble fermentación: la primera tiene lugar en cubas (como el vino tradicional) y la segunda directamente en la botella sellada. Es durante la segunda fermentación cuando se produce el dióxido de carbono natural y se forman las burbujas.

Si el proceso de fabricación es el mismo, ¿por qué el cava no es champán? La cuestión de fondo es la advertencia hecha por los franceses en 1911, en virtud de la cual sólo las bebidas espirituosas elaboradas en Champaña pueden denominarse champán. Antes de esa fecha, los productores españoles de cava -a pesar de las objeciones de los franceses- utilizaban libremente el término «champán español».

Aunque el proceso de producción está hermanado, la diferencia aparece en las variedades de uva utilizadas. El champán francés se basa en pinot noir, chardonnay y pinot meunier, mientras que los aguardientes catalanes utilizan parellada, macabeo, xarello y, cada vez más, chardonnay. Las dos bebidas espirituosas también difieren en su periodo mínimo de envejecimiento: en el caso del cava, es de nueve meses, mientras que la bebida francesa debe envejecer en botella durante al menos 15 meses.

Los mejores cavas, como Raventos Gran Reserva, son apreciados por los amantes del vino de todo el mundo. A favor del licor español está sin duda también el precio. A diferencia del auténtico champán francés, un buen cava puede comprarse en España por unos pocos euros. Si pasa una temporada en la Costa del Sol, merece la pena probar, por ejemplo, Bodega Rovellats, Gran Reserva Masia Segele XV, Bodega Celler Vell – Estruch Cuvee Les Solanes (cava ecológico) o Agusti Torello Mata Kripta Gran Reserva.

Cava o café en Marbella

En Marbella, una ciudad hecha para el lujo, merece la pena dirigirse a Puerto Banús para cenar, tomar un vino o un café. En sus restaurantes podrá degustar la cocina andaluza, ver un espectáculo de flamenco en directo y disfrutar de una copa de vino o cava con vistas al mar y al lujoso puerto deportivo. Si decide alquilar un piso en Marbella, merece la pena venir aquí por la noche. Es uno de los lugares más deseados para vivir, no sólo en la Costa del Sol, sino en toda España.