España figura entre los países señalados como los más atractivos para la inversión inmobiliaria. El número de inversores extranjeros -incluidos polacos- que compran casas y pisos en la Península Ibérica crece sistemáticamente. Se sienten atraídos no sólo por el clima agradable y la cultura local, sino también por las atractivas soluciones jurídicas y fiscales.
Andalucía con una fiscalidad amable
España es muy atractiva y acogedora para los compradores extranjeros de viviendas y pisos. Especialmente importante para los compradores de propiedades en Andalucía es el régimen fiscal extremadamente favorable en esta parte de España. A principios de 2023, la Junta de Andalucía ha decidido prorrogar indefinidamente la reducción fiscal sobre la compra de inmuebles.
Una solución muy favorable para los compradores de viviendas en la Costa del Sol es la bonificación del 100% del impuesto de bienes inmuebles. Andalucía es la segunda región del país, después de Madrid, que decide introducir esta atractiva medida. A partir de septiembre de 2022, los ciudadanos españoles y extranjeros que vivan en el sur del país o tengan aquí una segunda residencia, y cuyo patrimonio neto en territorio español supere los 700.000 euros, se beneficiarán de una bonificación del 100 por cien del impuesto sobre el patrimonio.
El régimen jurídico y fiscal hace que Andalucía se mantenga a la cabeza de las regiones españolas donde invierten los extranjeros. Según cifras oficiales, en esta región de España residen ya casi 740.000 extranjeros, casi la mitad de ellos procedentes de Europa. Entre las naciones extranjeras, los británicos (unos 88.000) y los rumanos (75.000) encabezan la lista. Les siguen italianos (24.000), alemanes (casi 16.000) y franceses (13.500).
En este punto, también merece la pena mencionar a nuestros compatriotas que conforman la comunidad polaca en la Costa del Sol y cuya cuota en el mercado inmobiliario español no deja de crecer. En el cuarto trimestre de 2023 Los polacos se encontraban de nuevo entre las TOP10 naciones extranjeras más propensas a comprar propiedades en España.
Crédito hipotecario para no residentes
Algunos compradores de casas y pisos en la Península Ibérica optan por adquirirlos mediante hipotecas. Cabe destacar que , siendo no residente, es posible solicitar un préstamo de entre el 50% y el 60% del valor del inmueble. Las entidades financieras conceden el préstamo aceptando el valor del inmueble según la estimación del tasador elegido por el banco. El plazo máximo del préstamo es de 20 años, que también depende de la edad del prestatario.
Las condiciones de crédito que ofrecen actualmente los bancos (análisis basado en la oferta actual del Banco Santander y el Banco Sabadell) son las siguientes:
- 50-60% de la valoración de la propiedad,
- 20 años – periodo de amortización del préstamo,
- Tipo de interés del 3,60% durante el primer año del préstamo,
- Tipo de interés Euribor +1,9% a partir del segundo año de reembolso (a los clientes de fuera de la zona euro se les ofrecen préstamos a tipo variable a partir del segundo año de reembolso),
- Comisión de apertura de hipoteca del 1% al 1,5%,
- 0,25% en los 3 primeros años (0% después) de comisión por reembolso anticipado parcial o total.
Un paraíso para los «nómadas digitales
La popularización del trabajo a distancia supuso un cambio importante en el mercado inmobiliario español. El Gobierno de Madrid decidió entonces crear un mecanismo para atraer a estos trabajadores, creando un instrumento llamado visado de «nómada digital». Este visado está disponible para ciudadanos no comunitarios que trabajen a distancia para empresas fuera de España.
Tanto los autónomos con múltiples clientes como los trabajadores a distancia -empleados por una única empresa fuera de España- pueden optar a un visado. Los solicitantes deben ser de fuera del Espacio Económico Europeo, no deben estar viviendo ilegalmente en España en el momento de la solicitud y no deben haber vivido en España en los cinco años anteriores a la solicitud.
Las personas que deseen obtener un visado también deben demostrar que han trabajado con sus clientes o empresa durante más de tres meses antes de presentar la solicitud, y la empresa para la que trabajan debe haber estado en funcionamiento durante al menos un año. También deben poder demostrar que tienen un contrato de trabajo o, si trabajan como autónomos, que han sido contratados regularmente por una empresa fuera de España y que su trabajo puede realizarse a distancia. Los solicitantes también deben demostrar que tienen cualificaciones o experiencia en su campo. En lugar de una cualificación, como un título universitario o un certificado profesional, se exige un mínimo de tres años de experiencia laboral.