Se está estudiando la viabilidad de un proyecto para construir un enlace submarino entre Europa y África, concretamente entre España y Marruecos a través del Estrecho de Gibraltar. Hace años que se habla de este enlace, importante para el turismo y la economía.
Cooperación hispano-marroquí
El estudio cuenta con un presupuesto inicial de 2,3 millones de euros. Estos fondos deberían bastar para preparar un concepto inicial del enlace y determinar la ubicación exacta del túnel. También está previsto realizar los primeros estudios geológicos y un análisis de las condiciones económicas y sociales, que ayudarán a comprobar que la inversión está justificada y responderá al interés de las empresas y los residentes de ambos países, aunque este aspecto parece obvio.
Anteriormente, el proyecto del túnel submarino se suspendió en 2009, en plena crisis económica. La mejora de la situación económica en España y en la Unión Europea motivó a las autoridades madrileñas a retomar la idea de construir un enlace con África. Cabe señalar que la idea de crear un corredor de este tipo desde Marruecos hasta España ya se exploró en el siglo XX. Las primeras conversaciones entre los países se celebraron a partir de los años setenta.
Marruecos desarrolla sus infraestructuras ferroviarias
Según los expertos, el hecho de que Marruecos pusiera en marcha su línea ferroviaria de alta velocidad en 2018 fue de gran importancia para acelerar la inversión. La nueva línea Al Boraq va desde Casablanca, pasando por Rabat, hasta Tánger, que ya está sobre el estrecho de Gibraltar. Las autoridades del país indican que el objetivo es conectar con el continente, no sólo con España, sino también con Francia, donde viven y trabajan muchos ciudadanos marroquíes. Al mismo tiempo, París es uno de los principales socios comerciales del país norteafricano.
El Ministro de Transportes español, que inició el estudio en 2023, indicó que la financiación del estudio procedería del Plan Nacional de Reconstrucción de España. Los análisis preliminares de la administración española sugieren que el túnel podría construirse en la parte occidental del Estrecho de Gibraltar. En este punto, tiene una anchura aproximada de 27 kilómetros. Curiosamente, en su punto más estrecho, el istmo entre España y Marruecos sólo tiene 14 kilómetros de ancho. Sin embargo, será difícil realizar la inversión aquí debido a las altas montañas terrestres, tanto en Europa como en África.
El plan original era construir un túnel exclusivamente ferroviario. Su funcionamiento sería similar al del túnel bajo el Canal de la Mancha. Se calcula que tendría 42 km de longitud, de los cuales 38,7 km discurrirían bajo el agua. En el lado europeo, los trenes entrarían en el túnel por la terminal de Punta Paloma (Tarifa) y saldrían por Punta Malabata (Golfo de Tánger).
Inversión complicada
Los expertos calculan que es posible construir un túnel que tendría una profundidad máxima de 300 metros. El proyecto constaría de tres tuberías: dos para el paso de trenes (7,9 metros de diámetro) y una de servicio (6 metros de diámetro). Lo que hace que el proyecto sea extremadamente difícil no es sólo la profundidad y las fuertes corrientes y mareas. La geología y el hecho de que el proyecto se ubicaría en una zona sísmica son claves. El reto es la llamada falla geológica Azores-Gibraltar.
La necesidad de inversión queda demostrada por el creciente tráfico de mercancías entre Marruecos y Europa. En la actualidad, el transporte y la logística utilizan la vía terrestre y los transbordadores que atraviesan el estrecho de Gibraltar o los buques de carga rodada. En cambio, el trayecto en avión entre Madrid y Casablanca dura unas dos horas, mientras que el viaje en coche y luego en transbordador es de unas 12 horas.
Si esta ruta se cubriera en tren -viajando a velocidades de hasta 300 km/h- el trayecto se reduciría a unas seis horas. La construcción de un túnel bajo el Mediterráneo facilitaría la circulación de los 12,8 millones de pasajeros que recorren esta ruta cada año.