Las celebraciones del Día de Todos los Santos y el Día de los Difuntos en España son mucho más variadas que en Polonia. En Andalucía, puede participar en una «procesión de ánimas», observar un concurso de las figuritas más bonitas hechas de… comida y probar las castañas asadas.
Raíces mexicanas
¿La primera asociación con la lengua española y el Día de Todos los Santos? Probablemente el Día de Muertos mexicano. Se celebra el 2 de noviembre (aunque las celebraciones empiezan un día antes), que es cuando se celebra en Polonia, pero tiene un carácter completamente distinto al de nuestro Día de Todos los Santos. Mientras nosotros recordamos a los muertos en un ambiente de reflexión, los mexicanos lo hacen de forma alegre. Se visten con trajes tradicionales a la Halloween y celebran una fiesta con la familia y los amigos.
En Andalucía, y en España en general, las celebraciones no son tan fastuosas como en México, pero sin duda son más alegres y variadas que en Polonia. Por supuesto, los españoles también visitan las tumbas de sus seres queridos. Curiosamente, en los cementerios españoles no predominan las lápidas individuales, sino los columbarios, muros planos que albergan numerosas urnas. En segundo lugar, es poco probable que se lleven velas, pero sí es habitual dejar flores en la tumba. Sin embargo, la celebración no termina con la visita al cementerio.
Los Tosantos, o verduras y cabezas de pescado
La forma más original de celebrarlo se ha instalado en Cádiz. Los mercados más grandes de la ciudad (Mercado Central y Mercado Virgen del Rosario) exhiben composiciones que recuerdan ligeramente a los belenes navideños conocidos de las iglesias polacas. Sin embargo, en lugar de estatuas religiosas, presentan figuras hechas con fragmentos de alimentos: verduras y… cabezas de pescado o pollo.
Las marionetas suelen representar a personajes famosos, como actores, políticos o futbolistas. El momento culminante de la jornada es el concurso por el puesto mejor decorado. Después llega el momento de degustar las especialidades locales. Esta tradición, originaria de Cádiz, se llama Los Tosantos, abreviatura de » Día de Todos los Santos». Se cultiva desde hace más de un siglo.
En el municipio de Begíjar, situado en la provincia de Jaén, los habitantes creen en la errancia de las almas. Según una antigua leyenda, se supone que las almas de los difuntos regresan al mundo de los vivos la noche anterior al Día de Todos los Santos. Para facilitar su viaje, los habitantes del pueblo andaluz encienden velas de aceite en las ventanas de sus casas. También se protegen de los malos espíritus atascando la cerradura con gachas, unas gachas elaboradas con harina, agua, sal, aceite y pimentón. Ellos mismos, mientras tanto, comen tortillas de chocolate.
Los aficionados al ambiente oscuro y misterioso disfrutarán con las celebraciones del Día de Todos los Santos en El Borge, situado a unos 30 kilómetros al noreste de Málaga. La noche del 31 de octubre comienza allí la Noche de Ánimas. Su momento culminante es la procesión por las calles del pueblo, cuyos participantes visten las características túnicas blancas. Llevan capuchas en la cabeza y velas en las manos. De este modo, hacen referencia a la centenaria leyenda de la Santa Compaña, una procesión de ánimas cuya llegada se suponía que significaba la muerte inminente de uno de los habitantes del pueblo embrujado. La procesión sale aproximadamente media hora antes de medianoche.
Castañas asadas como corteza
Nos desplazamos un poco al norte de Andalucía, a Extremadura, concretamente a la ciudad de Cáceres. Allí, el manjar asociado al Día de Todos los Santos y al Día de los Muertos son las castañas asadas. Las prepararon por primera vez los monaguillos de la localidad, que querían calentarse y comerlas cuando tocaban las campanas en la madrugada del 2 de noviembre para llamar a los habitantes al cementerio. Las castañas se han adoptado como aperitivo asociado a estas fiestas en toda España. Se podría decir que en la Península Ibérica son el equivalente a la corteza de Nuestro Señor. El nombre tradicional español de este manjar es calbote. El mismo nombre recibe la fiesta que se celebra el 1 de noviembre en Cáceres.
Ya que hablamos de golosinas, en Andalucía, como en toda Europa, los niños se inspiran en las tradiciones americanas. Los días 1 y 2 de noviembre circulan por las casas y pisos de los vecinos disfrazados de Halloween. En el cercano municipio de El Ronquillo, cerca de Sevilla, se cultiva una versión andaluza de la diversión de ultramar: la Cachetía.
Los niños, pidiendo golosinas, recitan alguna que otra rima. «Amenazan» con que, si no consiguen las golosinas, «se quedarán todo el día» en el inhóspito hogar(Cachetía, tía, tía, como no me dé una castaña, me quedo aquí ‘to’ el día.). Los vecinos les dan dulces, pero también delicias locales: pasas sultanas, almendras o las mencionadas castañas asadas.
La recogida de dulces también se ha adoptado en el pueblo de Fuente de Piedra, cerca de Antequera, donde la costumbre se llama La Ureña. No se inició en América, sino por monaguillos locales que llamaban a las puertas de las casas y pedían a la gente que compartiera su comida, no necesariamente dulce.
Celebraciones a la americana
Maro es un pequeño pueblo situado a las afueras de la popular localidad turística de Nerja. La combinación de su nombre y la palabra Halloween dio lugar al nombre de la celebración local de la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre: Maroween. Muchos elementos de la fiesta se han trasladado a Maro desde América, como el concurso del mejor disfraz y la decoración de casas. La principal diferencia está en la gastronomía: el centro de atención (y en la mayoría de las golosinas) no son las calabazas, sino las castañas.
En la capital de Andalucía, Sevilla, concretamente en el barrio de Santa Cruz, la víspera de Todos los Santos las calles se llenan de gente disfrazada de Don Juan Tenorio, el personaje que da título al drama del siglo XIX de José Zorrilli. La obra en sí se representa ese día en muchos teatros sevillanos. ¿Por qué precisamente éste? El acto final del drama se sitúa precisamente en la noche de Todos los Santos en Sevilla. Además, la trama está llena de temas religioso-fantásticos.
La Costa del Sol no es famosa por sus celebraciones del Día de Todos los Santos especialmente intensas u originales. Aquí, la mejor manera de hacerse una idea de la versión andaluza de esta festividad es probar las castañas asadas que se exhiben en las calles de Málaga y Marbella por esas fechas. También puede celebrarlo al estilo americano con una fiesta de Halloween en alguno de los innumerables bares y discotecas.